domingo, octubre 17, 2010

de regreso a Salento

De regreso a Salento, después de 10 meces que conocí el parque del cocora por primera vez, una alegría nuevamente estar aquí de nuevo, en este pueblo que fue fundador de la región del Quindio.

Allá me encontré con Edmundo, el padre de una amiga, con quien hablamos tomando un rico café montañero. Le comenté del cementerio indígenas que se encuentra en el bajo, me dijo que era un asentamiento indígenas por la calidad de la caza y de la pesca. Pero me contó también sobre la creación de nuevos hoteles para mochileros, porque los turistas vienen en nombre.

Aproveché para comer una rica trucha del monte acompañada de una rica salsa gratinada, en lo "del zueco" y pudimos reírnos de chistes con algunos amigos.
El aire de Salento es más que saludable, entre valles y arboles, se llena de aire vivo del monte.
El pueblo siempre tiene un atractivo especial para los turistas que están de pasos en la región. Entre caminantes, mochileros, amantes de la montaña y de los paisajes, pero también de los deportes extremos como el parapente.
Aquí en Salento, ya me siento en casa, la tranquila caminata por el pueblo, ya cogí costumbre de tomarme un café oscuro en el restaurante la Alegra en la calle quinta.
Volveré otro día mas a Salento, mis historias pueden seguir ahí, observando la plaza, los negocios, recorriendo cada cuadra del pueblo y dormir en el parque de los nevados al pie de los paisajes de palmeras de cera.