domingo, octubre 31, 2010

Hotel La querencia - Le petit coin sud ouest francais a Buenos Aires

La querencia. Buenos Aires

Encontrar un lugar especial en buenos aires, que tenga un espacio especial, un lugar pensado para todos los amantes del viajes, y en el centro de la ciudad. Un lugar donde uno se siente bien rodeado, y en seguridad.

La querencia en buenos aires es un lugar amplio con 6 habitaciones grandes y cómodas, un patio para descansar, como en las tipicas casas latinas, es la posibilidad de re encontrarse después de un largo paseo por la ciudad.
Hablar con Yann, el dueño del hotel venido de Toulouse, francia quien ha venido armar una experiencia distinta, un rincon del sur oeste de francia en medio de la ciudad de buenos aires, estan mas que bienvenidos.

La querencia en Buenos Aires ( Guide du routard )

La querencia Buenos Aires
Carlos Calvo, 1328
Móvil: 15 5922 0482
Para llamar desde Francia : 0054 911 5922 0482
Buenos Aires, Argentina

domingo, octubre 17, 2010

de regreso a Salento

De regreso a Salento, después de 10 meces que conocí el parque del cocora por primera vez, una alegría nuevamente estar aquí de nuevo, en este pueblo que fue fundador de la región del Quindio.

Allá me encontré con Edmundo, el padre de una amiga, con quien hablamos tomando un rico café montañero. Le comenté del cementerio indígenas que se encuentra en el bajo, me dijo que era un asentamiento indígenas por la calidad de la caza y de la pesca. Pero me contó también sobre la creación de nuevos hoteles para mochileros, porque los turistas vienen en nombre.

Aproveché para comer una rica trucha del monte acompañada de una rica salsa gratinada, en lo "del zueco" y pudimos reírnos de chistes con algunos amigos.
El aire de Salento es más que saludable, entre valles y arboles, se llena de aire vivo del monte.
El pueblo siempre tiene un atractivo especial para los turistas que están de pasos en la región. Entre caminantes, mochileros, amantes de la montaña y de los paisajes, pero también de los deportes extremos como el parapente.
Aquí en Salento, ya me siento en casa, la tranquila caminata por el pueblo, ya cogí costumbre de tomarme un café oscuro en el restaurante la Alegra en la calle quinta.
Volveré otro día mas a Salento, mis historias pueden seguir ahí, observando la plaza, los negocios, recorriendo cada cuadra del pueblo y dormir en el parque de los nevados al pie de los paisajes de palmeras de cera.