lunes, julio 28, 2008

Villa de Leyva Colombia




28 de julio de 2008

Excursión a Villa de Leyva

Visitamos con Paula y con su hermana un pueblito llamado Villa de Leyva en la provincia de Boyacá. Para viajar hasta ahí, la ruta está muy despejada entre montañas, y valles. Se cruza zonas de una vegetación muy verde y pueblos, con una vista increíble a los montes. La ruta sube desde Bogotá hacia el norte para alcanzar lo que sería el dominio donde vivian los Muiscas (indios de la era prehispánica)

En villa De leyva encontramos un pueblo original de la época colonial. A partir de 1610 se hicieron las primeras obras. Y el pueblo conservo esta estética para cada edificio que fue construido desde luego.

A la hora actual, Villa de Leyva se transformó en un pueblecito muy turístico. Ofrece lindos paseos por los alrededor, cabalgatas, y numerosos restaurantes para poder descubrir platos nacionales o exóticos. La tradición ahora del pueblo es vivir en gran parte del turismo, artesanía, restaurante, hoteles, excursiones.

La plaza del pueblo si sitúa al pie de un monte majestuoso. Con hermosa vista de su alrededor.

Después de descansar, y almorzar un rico plato, nos fuimos a recorrer el valle, que era solo recubierto de agua en los tiempos prehistóricos. De hecho encontraron un gigantesco cocodrilo-dinosaurio y le hicieron un museo. Se ve que es tierra de fósiles porque en cada rincón se ve piedras con fósiles, en las paredes, en los pisos, en fuentes públicas etc.

Luego partimos para conocer un monasterio de los frailes dominicanos. Eran monjes franceses que venían al igual que en Venezuela, mejico, peru, participaron en la propagación de la religión católica. Ensenando a tejer, a moler trigo para hacer el pan, hacer vino.

El lugar elegido por los frailes dominicanos es un lugar muy especial, es una zona muy verde, en un valle, y con un clima muy favorable. Es un lugar de campo, muy fértil. Ahí estuvieron trabajando con los autóctonos, obligándoles a cumplir con las reglas de la religión católica.

Dos frases me llamaron la atención:

“comer sin saciar el hambre”

“beber para vivir, y no vivir para beber.”

El monasterio y la iglesia cumple 400 años, y se puede admirarlo intacto como en el tiempo de la colonia, con un jardín interno donde florece flores increíbles y una increíble diversidad de plantas.