viernes, marzo 14, 2008

San Andres y Providencia ( Colombia )


14 de marzo de 2008

Beatriz, nuestra guía desde entonces, se subió a nuestro autito mientras nos hablaba en un patois local, mezcla de idioma ingles con un poco de español.

“Aquí la gente es pacifica” decía.

Nos movíamos a 25 kilometro hora por el barrio Loma Cove. Nos explicaba que hoy había un entierro, la gente iba a la casa del difunto para brindar apoyo a la familia. Y luego los iban a enterrar en el patio de su propia casa.

“Aquí la gente es muy creyente” nos decía Beatriz.

Nos hizo conocer a la primera iglesia bautista de Colombia, la “Loma first church”. Una típica iglesia anglicana de madera blanca edificada en uno de los lugares más alto de la isla.

“Hao Gona Fill?”

Paseamos a nuestra velocidad con un autito de golf por el barrio y los vecinos quienes la veía todos la saludaban. “Pos Pos Pos” gritaba “One Love” y terminaba por “All right”.

Aquí en San Andres, hay una población de 70.000 habitantes. Muchos “invasores” de Cartagena. Pero los isleños también se van de la isla para buscar trabajo por ejemplo en Panamá.

Beatriz tiene su hermana allá, en Italia, nos contó, se casó con un marinero, y se puso como peluqueria. Y de los 13 hermanos, dos se fueron para estados unidos, entonces quedan 9 hermanos viviendo en la isla. Familia numerosa, “había mucha comida afrodisiaca a la época” decía.

La carretera nos lleva por todo el barrio, un barrio de autenticas casitas de la costa, de madera, pintada de colores, y están ahí desde un siglo, o más. Muchas familias, y muchas historias pasaron por aquí, los vecinos las tienen guardadas hasta el día que las tienen que transmitir a alguien más del barrio.

San Andrés era también refugio de Piratas. El pirata ingles Morgan venia aquí para descansar, guardar botines, y también echar al olvido cuerpos decapitados de los que caían en su sentencia.

La autenticidad del pasado de la isla le da mucho encanto a conocer la isla, en el corazón de la isla esta la vida de los quienes están aquí desde siempre, presente en la historia con cada respiro, y saben que se puede vivir en paz si acompañan cada ritmo del barrio, si respetan su reglas, y de ir a cada domingo a rezar por su familia y su pueblo.