Este es un momento difícil que atraviesa el pueblo argentino. Y yo como residente extranjero en este país quiero dar mi aporte.
En todas estas peleas, aparecen las caras que nadie quiere ver, Duhalde, Rodríguez Saa, que mas ahora vamos a ver Menem como el peor programa de Tinelli
En capital falta combustible pero el combustible no viene de Gualeguaychú. Viene de otra ruta que no está cortada. ¿Por qué?
Mientras que en Capital los cacerolazos se animan cada vez con más bronca, pero son las mismas quejas de siempre, reclaman un cambio político importante en la clase dirigente argentina, que cambie de la forma de dirigir al pueblo y que no le mientan más.
Que cambie la forma de hacer la política, como en 2001. Pero veo que los que más sufren de la injustica social, de la falta de instituciones públicas no están en la calle.
El gobierno no es antidemocrático, ha sido elegido democráticamente. Y a muchos no le gusta la forma de gobernar pero tampoco pueden usar el gobierno para echar tomates, o cambiar de gobierno cuando se le canta. Esto provoca grave consecuencias en el país.
Hay que aceptar una gestión en argentina y ver a largo plazo.
Los cortes de rutas, si, son antidemocráticos, y son políticos. Los niños son los primeros que sufren los cortes de rutas. Si no garantizan los productos básicos de alimentación es una violación al futuro de los niños.
Todos sabemos que este momento no nos conviene esta crisis. Los precios del mercado están altísimos. Los que empujan esta crisis son los grupos especulativos y gente de muchísimo poder que quiere adaptar sus ganancias al nuevo panorama mundial… No hay que caer en este tacho de basura. Hay mucha bronca pero no podemos tirar siempre la culpa del mismo lado. Hay que cambiar uno antes de ver la posibilidad de un cambio grande y general.
En este momento hay que evitar todas declaraciones de guerras, y pensar en una solución pacifica, porque el modelo democrático está en peligro. Y son las generaciones futuras que lo van a sufrir.